Vistas de página en total

lunes, 28 de mayo de 2012

El escritor imperfecto.



Por jesus moises Delcid.

Siento el delirio de plasmar ideas en letras y esas letras en palabras. No procuro escribir con la seriedad y formalidad de los genios literarios sino más bien como un chiquillo travieso que se divierte en el juego de tejer ideas en palabras. No escribo para encumbrarme en la soledad petrificante de verdades trastornadas en dogmas, escribo de cuestiones humanas que trasminan en sentimientos, en recuerdos y en asombros. No pretendo escribir para vivir, todo lo contrario, mi ansia es vivir para escribir.

El sabor de las palabras estriba en la conjunción de lo esencial de los conceptos con la experiencia de la vida, en el sentido hacia la verdad. Es que lo que se manifiesta encontrando lo extraordinario en lo ordinario. Es tomar en cuenta cada detalle significante. No son las musas, ni las aventuras oníricas que me despiertan algunas noches, lo que expreso en mis líneas es aquello que me produce una leve sonrisa o una sonora carcajada al releer lo que escribí en un algún momento. La risa es lo más relevante  y a veces lo oculto entre mis escritos. Repito no escribo para encumbrarme escribo para divertirme por que siento divertida la vida.
Así como lo agridulce se da en algunas golosinas que disfrutan los pequeños, así mis obras agridulces son golosinas sensibles – eidéticas que se saborean en el corazón y en el alma de quien me lee.

El ejercicio de escribir es divertido como el de leer es asombroso, siempre se encuentra con algo que no se había percatado. Es deslizarte suavemente por las palabras impresas y estas se transmutan a conceptos que explotan en el intelecto sorprendiéndonos e informándonos y sobre todo cultivándonos.

No escribo para discutir, escribo para encontrar amigos. Cofrades que disfruten de la diversidad de pensamientos para crecer como personas de manera amable. Por que la mayoría de quienes discuten lo realizan más por ego que por apego a la verdad, ¿de que sirve la polémica cuando el fin es el protagonismo y no el saber o el disfrute intelectual?

El chispeante medio textual que cautiva al lector es la piedra fundamental que busco en lo que hago. El divertimiento en las jugarretas literales es mi estructura aparentemente desordenada pero que por el contrario conlleva un orden amistoso que no trate de causar una fácil conmoción si no un golpe de gracia en la intuición del leyente.

La perfección me agobia no me encuentro en ella, la diversión sustanciada con verdad o con gracia me sostiene ante el ordenador para llevar a cabo cortas empresas literales, que aunque son pequeñas trato de decir mucho con poco. Para mí es mejor una breve línea divertida y contundente que un libelo desabrido.

La saturación de formalismos mata la atención del agobiado lector que debe someterse a la autoridad del autor, quien no deja en muchas ocasiones lugar para la crítica o para aceptar errores. Un escritor también se equivoca, no es un artífice infalible y el no aceptar dicha característica es lo que da ocasión que se forme monstruos soberbios más allá de cualquier apelación o contrariedad. El escritor imperfecto es aquel que no se acepta formalmente como alguien así. Es mas bien el que humanamente  se desenvuelve con la desfachatez de alguien que quiere manifestarse ante los demás de manera aunque sensata pero ocurrente. Sin caer en los excesos porque son  dañosos por sus aberraciones e incoherencias.

Como en muchas cuestiones en la vida no hay que tomarse demasiadamente en serio sino conscientemente humano. En la búsqueda esencial y existencial del conocimiento de su ser y su naturaleza.

La creatividad va a enlazada a la alegría de operar con elementos en un orden de conocimiento, por que sabiendo el fin de lo que se hace y cuidando del medio de lo que se ejecuta  se consolida el arte del hacedor o ejecutante.

Lo divertido no esta peleado con el intelecto por el contrario lo intelectual y lo divertido deben colaborar en muchas cuestiones para alcanzar metas que de otra forma resultan tediosas en insalubres.

El escritor imperfecto es aquel que escribe de lo que vive y no el que pretende vivir de lo que escribe.

No hay comentarios: