El estudio de la filosofía es un ejercicio que abarca el aprendizaje de múltiples escuelas de pensamiento que han surgió y
desarrollado a través de la historia de la ciencia humana. Dichas corrientes filosóficas
se contrastan en muchos aspectos, conceptos y posturas. Pero el estudio de las
mismas aporta múltiples verdades ante una actitud de verdadero aprendizaje.
No ha estructura filosófica que no aporte nada. Siempre
en cada pensador relevante encontramos conceptos sustanciales e ideas importantes.
Afortunadamente vivimos en una época en que se ha
conjuntado la crema y nata del pensamiento filosóficos y tenemos a nuestra disposición
los medios para estudiarlos si no a todos si a la mayoría.
Como lo consideró Paúl Ricoeur: “La filosofía siempre
ha de ser un dialogo abierto y no una mera doctrina”.
La filosofía es una ciencia de un cuestionamiento
incesante. Donde tan importante es la respuesta como la pregunta que se intenta
responder o que queda irresoluta. Que aunque no halla respuesta el
cuestionamiento nos brinda un sentido de pensamiento y de acción.
Es propio del filósofo poder
especular sobre todas las cosas. Aristóteles.
La postura del estudiante de filosofía debe ser
abierta a conocer de otros pensadores aun con los cuales no comulga ni un ápice,
por que todo pensamiento filosófico es relevante ya que se funda en verdades.
Los artistas piensan según las
palabras y, los filósofos, según las ideas. Albert Camus.
El campo de acción para los filósofos
son las ideas por lo cual es sustancial para todo estudioso el conocer lo mas
posible lo relevante de cada pensador que ha aportado sus ideas a la ciencia filosófica.
La riqueza que encierra cada obra de
cada filósofo brinda un tesoro intelectual invaluable y que esta a la disposición
de todo aquel que desea conocer y desarrollar su sabiduría.
En general el hombre está siempre
orientado hacia alguna particularidad, pero el filósofo posee un sentido para
la totalidad de las cosas.
George Simmel.
La actitud filosófica es abrir el
entendimiento a un completo panorama intelectual que aun sigue acrecentándose. Un
filósofo no para de buscar verdades y de ejercitar su entendimiento.
A diferencia
de la apreciación actual de que todo conocimiento es concreto y reducido,
propio del aspecto técnico en que se nos educa, para el filósofo ocurre el caso
contrario. A un acervo grandemente desarrollado desde la antigüedad y mas aun
hacia la aportación actual de los pensadores mas relevante de hoy.
Por ello el estudio filosófico no
puede ejercerse con el estudio de la obra de un solo pensador, eso es un
affaire. Muy por el contrario la filosofía se estudia con todos aquellos que la
han ejercido grandemente y que han dado su vida labrando su pensamiento en pos
de respuestas o ideas con sentido.
Aunque se aprecie que unos filósofos
contradicen a otros dentro de todos hierven verdades que son útiles a quien las
estudia y aplica. La filosofía no debe enclaustrarse o limitarse a unos cuantos
si no a todos los pensadores que nos sea posible estudiar. Tenemos los recursos
para hacerlo, solo basta nuestra disposición en buscarlos, conocerlos, reflexionarlos,
criticarlos, apreciarlos y difundirlos.
"Sorprenderse, extrañarse, es
comenzar a entender."
Ortega y Gasset.
No coartes tu pensamiento a ser fanático
de alguien que puedes absorber fácilmente, si no desarróllate a través del
incomodo cuestionamiento (como parece ser para muchos) de los diferentes filósofos.
La gran lección que enseña la filosofía es que el
pensador se funda en su posición ante la verdad y si en alguna postura existe
error tiene la capacidad de aceptar y timonear su barco intelectual hacia el
norte de que indica la brújula de la certeza.
"El sabio puede cambiar de
opinión. El necio, nunca."
Immanuel Kant.
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