Por: Moises Delcid.
Debido al desarrollo de
los medios de comunicación tenemos la capacidad de recibir mucha información constantemente,
que puede agobiarnos, pero comúnmente estamos tomando una actitud indiferente en el
desarrollo de nuestras propias ideas y de criterio.
En vez de intentar de
asimilar la información que nos llega, cómodamente, dejamos que algún personaje
relevante realice esta tarea. Para consumirla inmediatamente sin ningún filtro crítico.
Sólo es capaz de realizar los sueños el que,
cuando llega la hora, sabe estar despierto.
León
Daudí.
Como la digestión fisiológica es un complejo proceso que transforma lo
que comemos en sustancias asimilables para nutrirnos. Lo mismo sucede, de
manera análoga, con el pensamiento. El cual es también un proceso complicado
para transformar la información que recibimos en ideas, con las que asimilamos
nuestro criterio.
No es lo mismo tratar elucidar algo que nos interese, a partir de
consultar diversas fuentes o autores, que simplemente aplacar nuestra
curiosidad mediante una postura ya realizada y hasta deformada para algún beneficio
particular.
El ser humano por naturaleza es un ser pensante, es un ser que debe ser consciente
de sus actos y que vocacionalmente intente aclarar su sentido de ser existente.
Aunque comúnmente pretenda desviar dicho aspecto mediante placeres u opresiones
anímicas.
Los hombres y mujeres siempre intentaran tener un panorama cierto y
claro sobre la vida, sobre sí mismos y sobre su trascendencia. Un pensamiento consciente.
Raro
y celestial don, el que sepa sentir y razonar al mismo tiempo.
Vittorio
Alfieri.
El confort y el desarrollo nos han dado recursos que pueden ser productivos
al poder tener al alcance información importante, solo es cuestión de dirigir
nuestra voluntad en su búsqueda para entenderla y nutrir nuestro conocimiento a
base del esfuerzo del pensamiento.
Ser personas con la capacidad de descifrar y de asimilar lo que
esta al alcance de nuestra comprensión. Un desarrollo intelectual y humano.
Las lecturas complementan. El amplio acervo bibliográfico que nos
ha llegado a través del desarrollo humano es un tesoro invaluable y poco
considerado por la sociedad actual. Ya que a pesar de las muchas transformaciones
y avances que ha realizado la humanidad desde hace miles de año, el aspecto
humano sigue siendo el mismo. El hombre se ha preguntado siempre las mismas
cuestiones sobre sí mismo, sobre la
realidad, sobre el mundo, sobre la muerte,…etc. Quien ha bebido de estos
cuestionamientos ha logrado tener comprensión de sí mismo. Intentando nutrirse
de ideas profundamente cuestionadas y aclaradas por grandes pensadores. Y
aunque muchas preguntas queden inconclusas, el desarrollo en su disertación nos
ayuda a digerirlas nosotros mismos.
Si
comienza uno con certezas, terminará con dudas; mas si se acepta empezar con
dudas, llegará a terminar con certezas.
Francis
Bacon.
El ejercicio del pensamiento nos da la capacidad de interpretación sobre
la información que nos llega para transformar nuestra situación de ignorancia o
duda en ideas claras y lúcidas. Que se convertirá en declaraciones y actos
relevantes en nuestro existir.
Parece ser que nos hemos acostumbrado a no pensar, a dejar de manera negligente que todo lo relevante
quede en manos ajenas y que debemos absorber las ideas o posturas en un acto
adormecido de consumismo desmedido. Atragantándonos de manera automática sin
procesarlo, ni entenderlo. Sin llevar a cabo ninguna interiorización y reflexión para el asimilamiento y
perfección de nuestro entendimiento.
Es indispensable desarrollar el saber como instrumento relevante para cuestiones:
económicas, sociales y políticas.
“El
trabajo del pensamiento se parece a la perforación de un pozo: el agua es
turbia al principio, mas luego se clarifica”.
Proverbio
chino.
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