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martes, 1 de marzo de 2011

Virtudes y Empresa.



 por jesus moises delcid.

Uno de los puntos fundamentales en cualquier curso de ética ha sido la mención de las virtudes cardinales, las cuales son: prudencia, justicia, templanza y fortaleza. Pero para un empresario también puede ser prioritario el conocerlas  y tenerlas en cuenta en la experiencia y en sus proyectos. Sobre todo en tiempos de crisis donde es  imperante el mantener los pies en la tierra para emprender algún proyecto o tomar una decisión. El tener conocimiento de dichas virtudes puede ayudarnos a mantener la estabilidad empresarial y evitar un  desacierto que pueden comprometer la integridad personal dentro y fuera de la empresa.

¿Qué es la prudencia?
La prudencia es la virtud que nos dispone para comprender en toda circunstancia lo que hay que hacer.
Ante una decisión o una eventualidad el empresario debe tener la visión y claridad del problema o situación que esta enfrentando. Lo menos que debe hacer es reaccionar impulsivamente ante un evento o toma de decisión sin entender a cabalidad la comprensión y rumbo de  la situación. La prudencia es la virtud por la cual una persona se toma el tiempo para reaccionar acorde a sus ideales y valores para buscar la mejor forma de salir de un trance complicado sin que sus resoluciones afecten  en agravio a otras personas, al ambiente que le rodea y a la empresa. Quien es prudente reflexiona en que la resolución que tomará vaya en pro de una solución y no sobre venga en más problemas.
 ¿Qué es la justicia?
La justicia es el firme propósito de dar a cada uno lo que le es debido.
Una virtud complicada de llevar a cabo en la vida personal, pero que debe ejercitarse para ejecutarla con maestría, la justicia ayuda a todo empresario y empleado a dar lo mejor de si en cada faceta de su vida personal dentro y fuera de la empresa, guardando los espacios personales sin descuidar las diversas facetas que contiene toda persona a realizar. Siendo empleado o empresario debe tenerse el cuidado de sus rasgos personales como en lo social, familiar e individual.


 ¿Qué es la fortaleza?
La fortaleza es la constancia para alcanzar el bien y la capacidad de superar los obstáculos que a ello se oponen.
En toda empresa se presentan dificultades, de cualquier ámbito, que atentan ya sea a la estabilidad como al avance de nuestros proyectos.  Es con esta virtud que mantenernos la constancia para afrontar dichas dificultades para salir avante buscando las mejores opciones para superar los problemas que entorpecen nuestro avance. Con fortaleza se lucha por mantener la dirección y el curso de nuestros proyectos hacia la meta que hemos decidido alcanzar pero también con la fortaleza se enmiendan los errores que hemos tenido y se decide aplicar las correcciones debidas para salir adelante en los tiempos difíciles.
¿Qué es la templanza?
La templanza es el pleno dominio de sí mismo que nos pone en condición de no dejarnos vencer.
Es por la templanza en donde una persona domina sus temores y debilidades para aventurarse de la mejor manera hacia la conducción de una empresa y que evita caer en las dificultades en que el común de las personas coloca para evadir un compromiso o dificultad.
Todo empresario requiere de templanza ya que por medio de esta virtud vence todo aquello negativo y que se opone a su mejoría personal, ya sean vicios fobias, malas costumbres, etc.
Si bien este articulo expresa de manera inmediata algunas cualidades en el ejercicio de las virtudes su significancia y trascendencia es mas profundo. ya que el plano ético y moral trastoca las mas nobles raíces de la naturaleza del hombre que es su mejoramiento personal,  que va en la comprensión de si mismo y también en el cuidado del actuar correspondiente de dicho ser humano. Es decir la congruencia del ser como en el operar o actuar de lo que se es.

Quien toma de manera superficial estas cuestiones morales simplemente no eleva su comprensión de si mismo, tan solo actuando no virtuosamente, sino ejerciendo una falsa moralina que es la moral diluida al capricho de los deseos de la persona y no al verdadero bienestar de su naturaleza personal.

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