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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Heidegger y El Existencialismo

Heidegger y El Existencialismo.
 Por: Jesús moisés del cid                      

El existencialismo se llama así porque asume como tema central: la filosofía de la existencia.

El existencialismo es una corriente de pensamiento o "filosofía nueva" que nace después de  la primera guerra mundial y obtiene toda su pujanza con el cataclismo de la segunda guerra y después de ella. Es entonces cuando esta filosofía se ha hecho la más popular, aunque su fulgor se va eclipsando rápidamente desde la década de los sesenta.


El existencialismo asume la especulación de la existencia de un modo peculiar, en el sentido totalmente que viene a significar  el modo  de ser propio de la existencia humana considerada en concreto, como aquel modo de ser personal e individual del hombre que por su singularidad, escapa a toda universalización y racionalización del pensamiento. El problema del sentido del ser se pone entonces como cuestión central del existencialismo.

El problema del ser  se resuelve  en el problema del existir.

La ontología construida en esta dirección  trata de captar el sentido del ser en el existente concreto, es decir, en la existencia, y por ello se presenta en oposición a toda ontología o metafísica esencialista.

La filosofía existencial se niega a reducir el ser humano, su personalidad, a una entidad cualquiera.

Las cosas son el hombre-existe.

El hombre en rigor no es un ente, porque es mas bien un existente, el hombre no es pues una sustancia susceptible  de ser determinada objetivamente. Su ser  es un constituirse a sí mismo.

Para el pensar existencial, el hombre no es conciencia ni menos conciencia de la realidad, el hombre es la realidad misma.

Los existencialistas reconocen que la existencia en particular la existencia humana, es  de algún modo algo primario; sólo desde ella es posible y legitimo filosofar.

 "La filosofía implica una movilidad libre en el pensamiento, es un acto creador que disuelve las ideologías"

La apelación al método de lo inmediato es, junto  a la nueva concepción del ser de la existencia, rasgo común de los existencialistas.

Este método de lo inmediato nos lleva hacia  la fenomenología que se define en una serie de experiencias emocionales que tratan de llegar a la inmediata comprensión  de nuestra existencia y su situación en el mundo.

Se lanza contra la filosofía especulativa, en forma de filosofía existencial. Existir  es ser individuo; lo abstracto no existe. El existente  es el hombre viviente, que dirige su atención  sobre el hecho de que existe, que no  se encierra en la especulación abstracta, sino que vive sus problemas existenciales. Por que ser individuo es elegir apasionarse; la existencia es el momento de la decisión y la pasión.

La fé ha sido despojada  en ellos de toda seguridad  y descrita con las categorías  existenciales: es contradicción paradoja y absurdo, riesgo y escándalo. Consiste en la decisión de fidelidad desesperada y a la vez confiada a la palabra de Dios a quien es imposible conocer.
                                      
                "Todo lo grande está en medio de la tempestad".

La reacción contra el idealismo abstracto  y el retorno a la reflexión  al análisis de la existencia concreta del hombre con los grandes problemas de su interioridad, la decadencia, la angustia y el existir trágico, la temporalidad y el instante, el despertar de la banalidad del vivir cotidiano para volver a una realización personal de la existencia en el ejercicio de la propia libertad.
                        
                " La angustia es la disposición fundamental que nos coloca ante la nada".

El existencialismo no constituye un sistema unitario, sino que se ha ramificado en corrientes divergentes conservando ciertos razgos comunes.

Se ha dicho que hay tantos  existencialismos como existencialistas, cuya proliferación  aún  no ha terminado.

A veces la palabra existencialismo ha llegado a tener tanta elasticidad que, más que una doctrina filosófica coherente, significa sólo un método o tendencia y hasta atmósfera, una literatura, forma de vida o actitud práctica ante los problemas concretos del hombre.
                                                                  
                                           "Caminos, no obras".

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