Una de las figuras que ha sobresalido a través de la historia de la humanidad ha sido "el ángel caído" es decir Lucifer, de quien se le ha tomado como símbolo de rebeldía al no someterse a la voluntad de Dios, y por este hecho fue arrojado a los infiernos según lo refieren las sagradas escrituras.
Ha sido distinguido por su actuar instigador, el cual valido de diversas formas de engaño seduce a los hombres y mujeres hacia la calamidad y hacia la perdición. Es el ser que ha adoptado el ejercicio de corruptor.
Es decir, como una persona que desvía el orden y estado natural de las cosas. El mediador que desvirtúa la naturaleza de los seres tanto humanos, como angélicos.
“el diablo es una entidad real y personal..”
Tomas de Aquino.
Pero en dicha entidad no radica el mal por naturaleza sino más bien por su voluntad, el diablo y los ángeles renegados no son malos por esencia sino por su propia elección. Se considera aquel llamado como maligno no es la raíz ontológica del mal, sino que la malignidad proviene del hecho de su operar es decir de su elección de oponerse a la voluntad de su creador y por su negación a la verdad.
Si bien el pensamiento cristiano es su mayor oponente es quien le ha dado la mayor relevancia en su estudio y exposición de ideas, por el hecho de explicar la forma negativa del quien se opone a la bondad y perfección del ser absoluto, principio de todas las cosas y seres, es decir Dios. Como criaturas superiores a los hombres, los ángeles tienen poder de elección pero en el cual no se da el arrepentimiento, ni la redención por su mismo grado de perfección natural.
Afirman los teólogos católicos que:
“El pecado de Satanás en este asunto puede haber consistido en el deseo de alcanzar la beatitud sobrenatural por sus poderes naturales o, lo que puede parecer aún más extraño, en buscar su beatitud en las perfecciones naturales y reflejar lo sobrenatural. En uno u otro caso, como Santo Tomás considera, este primer pecado de Satanás fue el pecado de la soberbia”.
Tomado de la enciclopedia católica-
Por su naturaleza cambiante el diablo no sustenta ninguna posición o imagen fija de si mismo, es un ser se puede decir camaleónico e inconstante, que se habitúa a la formulación del engaño y al desorden moral.
Un operador del mal, pero hay que entender al mal como una carencia. Como algo faltante, como la anomalía del bien requerido. Siendo así la privación al orden debido.
Se considera a Satanás como el promotor del mal causado, ya que induce a la voluntad en la acción del sujeto y en el efecto producido por esa acción.
Aunque la iglesia cristiana tuvo gran influencia en la edad media, fue en el renacimiento donde la figura satánica obtuvo mayor prestigio debido al surgimiento de tendencias de pensamiento alternas y opuestas al catolicismo, es decir se adopto la figura del demonio como un icono de la rebeldía y oposición de lo tradicional y lo establecido. En las manifestaciones de antiguos ritos paganos que se les relaciono con practicas oscuras e infernales por parte de las instituciones eclesiásticas. Es así como el diablo adopto la forma del clásico griego sátiro (quien era el compañero del dios Dionisios) como alegoría del espíritu del placer desordenado en las fiestas dionisiacas.
Es así que se considera según la filosofía al diablo como el agente operador del mal, el cual lleva a la privación del bien debido y desviación de la certeza del entendimiento. Ocurre que en los grandes debates hay quienes adoptan la postura de “abogado del diablo”. Que es la posición de un terrible fiscal que trata de desarticular los argumentos que pretenden llevar a la certeza de juicio, actúa como un encubridor de la verdad.
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