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domingo, 11 de octubre de 2015

Cuando no hay ley, no hay libertad.










"La finalidad de la ley no es abolir o restringir. sino defender y 
ampliar la libertad; pues en todos los estados de seres creados capaces de leyes, cuando no hay ley, no hay libertad. Pues la libertad debe estar excenta de coacción y de violencia por parte de otros, lo que no puede conseguirse si no hay ley. Más la libertad no es, como suele decirse, la facultad de todo hombre de hacer lo que le place; pues ¿quién sería libre, si el capricho de cualquier otro hombre pudiera dominarle a él? La libertad consiste más bien en disponer y ordenar lo que conviene a la propia persona, a sus acciones, posesiones, y a toda su propiedad, con el debido respeto de las leyes bajo las que cada uno vive, no estando por consiguiente sujeto a la voluntad arbitraria de otro, sino siguiendo libremente la suya propia".  

El segundo tratado sobre el gobierno civil, de John Locke




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