Elogio a Platón.
Ciertamente el pensamiento platónico y el pensamiento aristotélico divergieron en su desarrollo filosófico, pero dentro de los sistemas permanece un mismo punto de convergencia: El amor a la verdad. Aunque ambos pensamientos tomaron rumbos diferentes no se puede negar que los dos fortalecieron en gran medida la ciencia filosófica y la instauraron como una fuerte base para el desarrollo intelectual de la humanidad.
La amistad de Aristóteles con su maestro platón (Aristocles) era una relación de mutua admiración y la cual se ve evidenciada por el elogio dedicado por el estagirita a su preceptor:
Al llegar a la famosa llanura de Cecropia
Piadoso levantó un altar de la santa amistad
Al varón a quien no es licito a los perversos siquiera loar,
Al único o primero de los mortales que reveló claramente,
Con su propia vida y con los métodos de sus palabras,
Cómo un varón llega a ser bueno y feliz al mismo tiempo.
Ahora, imposible que nadie vuelva a alcanzar ambas cosas.
Himno a Hermias.
Después de la muerte de su amigo y mecenas Aristóteles dedico un poema para alabar la grandeza de su amistad. Hermias fue un tirano del territorio de Asos y quien invito a Aristóteles, a la salida de este de la academia platónica, a cultivar la filosofía en su reino.
Hermias se beneficio con la relación pues el gran filósofo ayudo a instruirle y a formar un mejor gobierno. Desdichadamente ocurre que el rey es capturado por medio de engaños por generales persas, para ser torturado e interrogado en busca de conocer sus tratados con Filipo II. A lo que Hermias se negó y ya agonizando por el peso de la tortura solo afirmo:
“Dí a mis amigos y compañeros que no he hecho nada malo o indigno de la filosofía”.
Dicha oración contiene el significado de un adiós postrero a Aristóteles y a los filósofos de Asos demuestra la gran estima por parte de este rey a la Filosofía.
Dicho esto expongo el himno dedicado a él por Aristóteles:
Virtud, penosa para la raza de los mortales,
Premio más bello de la vida,
Hasta morir por tu causa,
Virgen, es un destino envidiado el Hélade,
Y el soportar duros e incesantes trabajos.
Tal fruto brindas al espíritu,
Par de los inmortales, y mejor que el oro
Y que ilustres antepasados y que el sueño de ojos lánguidos.
Por tu causa Heracles, el hijo de Zeus, y los gemelos de Leda
Mucho hubieron de soportar en las hazañas
Que emprendieron buscando poseerte.
Por anhelo de ti bajaron Aquiles y Ayax a la mansión de Hades.
Por amor de tu forma también el infante Atarneo
Dejó en la desolación los rayos del sol.
Por eso hará famosas sus hazañas el canto,
Y él será declarado inmortal por las Musas,
Hijas de la memoria,
Que engrandecen y recompensan la firme amistad y el culto de Zeus hospitalario.
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