Muchos jóvenes se preparan en ingresar este año a instituciones educativas. Para realizar sus estudios en pos de una licenciatura o ingeniería, sobre alguna carrera que se identifique en la vocación, que ellos tienden, hacia algunas de las ciencias. Dicha institución se han denominado desde tiempo atrás, como universidad.
La universidad, que para muchos es desconocido, fue conformada en la era medieval, en el siglo XIII en la ciudad de parís. Años después surgirían otras universidades como la de Bolonia y Oxford. Es cierto que la influencia de las universidades provienen desde la antigüedad: ya sean de los círculos pitagóricos, la academia platónica y el liceo aristotélico. Y es pues que se instituye como un hogar de los saberes.
La palabra universidad proviene del latín en la raíces unus (que significa uno) y vertos (que significa girar, mover). Y en la asociación de estas raíces, se define a la universidad como “una comunidad orientada a una meta en común”: que es el saber.
Hoy en día se conoce a la universidad como un instituto publico o privado de enseñanza donde se hacen estudios de ciencias y letras, en un desarrollo gradual en las facultades (carreras, ciencias) correspondientes.(1)
Pero ¿cual es el fin o el objetivo de una universidad? Pues no es otro que el que profesores y estudiantes lo cuales a través de la investigación y la docencia persiguen la verdad bajo el modo de saber. Es decir, que tanto maestro y alumnos, los primeros aplicados a la certeza de la enseñanza y los segundos a la disciplina del estudio, ejerciten su intelectualidad para el esclarecimiento de sus conocimientos y con ellos aplicarlos en sus vidas.
El saber es la parte principal de la felicidad
Sócrates.
Bien lo explica Robert Hutchins que la finalidad de la educación: “no es conocer cada vez mas detalles del mundo sino comprender al mundo y comprometernos a nosotros mismos”. Por que una cuestión es estar bien informado de datos y cifras en aspectos científicos, y otra muy distinta bien edificado o formado en saberes que enriquecerán a la persona, a quienes les rodean y el ambiente en que habiten. Es pues, que adquieren un sentido de la vida.
¡Qué importa saber qué es una línea recta si no se sabe lo que es la rectitud!
Confucio
filósofo y moralista oriental
La universidad es mas que un mero tramite para obtener alguna pasantía, titulación o posgrado con fines de lucro, laboral o social. Más bien es el medio y el ambiente donde el maestro y el estudiante pueden desenvolverse enteramente en el ejercicio de la estudiosidad, la cual es totalmente opuesta a la curiosidad. Ya que en cuanto la curiosidad es un saber desordenado en cuestiones que no son primordiales en la formación de las personas. La estudiosidad es la búsqueda ordenada en la certeza de los conocimientos adquiridos. Es así, que curioso lo es cualquiera, estudioso es aquel con vocación de sabio.
La universidad es el ente que ayuda a reforzar al estudiante para que rinda al máximo, para mejorar sus posibilidades intelectuales, para que piense y reflexione por sí mismo. En pocas palabras es donde se aprende a pensar ordenadamente.
Y aprender a pensar ordenadamente es el saber discernir entre: ideas, sucesos, fenómenos y encontrar las causas que ayuden a comprenderlas ciertamente o entender que no podemos comprenderlas del todo. Evitando así charlatanerías fraudes o trivialidades en el saber humano.
“El analfabeto de mañana no será el hombre que no sabe leer, sino el que no ha aprendido la manera de aprender”
Bernardino Montejano.
Y es pues que todo aquel que desee ingresar a alguna institución universitaria, más allá del glamour, del nombre, del status o de los bienes posteriores que se puedan obtener de cursar una “carrera profesional”. Se debe tener en claro la formación personal en quienes interactúan dentro y fuera de la misma universidad, y en el compromiso que adquieren de buscar la verdad a través de la estudiosidad y de la investigación.
(1)Diccionario de la real academia española.
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