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sábado, 24 de marzo de 2012

Biografía Parménides de Elea.

por Moises Delcid

Este filósofo nació en Elea a mediados del siglo VI antes de Cristo. Fue discípulo de Jenófanes, pero se desarrolló en forma por demás superior a su maestro. Se dice que al morir su maestro, Parménides se dedicó a instaurar su propio sistema de pensamiento.

De su obra tan solo se conoce el libro: “Sobre la naturaleza”.En esta obra Parménides no sólo trata de los aspectos materiales y físicos de las cosas, sino también del conocimiento suprasensible. Precursor él,  de la disciplina filosófica llamada metafísica.

Es importante en hacer énfasis en que al igual que todos los presocráticos, Parménides buscaba una explicación más certera de las cosas, utilizando a la naturaleza como primera instancia para comenzar y profundizarse en sus investigaciones y en su pensamiento. Es pues la naturaleza por donde se comenzó hacer filosofía.

El desarrollo del pensamiento griego con los aportes de estos grandes genios del pensamiento poco a poco se fue desprendiendo del carácter material para ir adentrándose en el conocimiento metafísico de los seres.

Se atribuyen a Parménides pensamientos tales como: “El ser es la única cualidad que tienen en común todos los objetos del mundo”. (Lo cual conocemos como entidad o esencia). O, “Todos los objetos poseen la cualidad de ser”. Y aún “El ser es propiedad esencial de las cosas, no se manifiesta sino al pensamiento”.

Para Parménides el ente es uno e inmóvil, no hay naturaleza, y la física debe ser suprimida sin preámbulos. 

Con estos aportes Parménides sistematiza, por primera vez, la filosofía occidental, haciendo sus primeras reflexiones metafísicas a partir del ser.

Este pensador introduce también la deducción lógica para explicar conceptualmente la realidad a partir de la sola razón, sin apelar en modo alguno a los sentidos. Luego vendría Aristóteles con su obra el Organon para instaurar la lógica como una ciencia formal.

Parménides fue el primero en sostener la superioridad de la interpretación racional del mundo y en negar la veracidad de las percepciones sensibles. Claro, esto en desacuerdo y en confrontación con el pensamiento de Heráclito, quien exalta el devenir. Tal problema continuó sin solución hasta la llegada de Platón y Aristóteles, siendo éste último quien lo resolvió con la teoría del acto y la potencia.

Parménides expone su doctrina, la afirmación del ser y el rechazo del devenir, del cambio. El ser es uno, y la afirmación de la multiplicidad que implica el devenir, y el devenir mismo, no pasan de ser meras ilusiones: “Ver, oír o sentir no producen certezas, sino solo creencias y opiniones”.

Es con ello, que Parménides valida la importancia de la investigación metódica y racional para verdaderamente tener la certeza de los fenómenos y postular cuestiones con verdadero rigor científico.

Expone su doctrina a partir del reconocimiento de dos caminos para acceder al conocimiento: la vía de la verdad y la vía de la opinión. Sólo el primero de ellos es un camino transitable, siendo el segundo objeto de continuas contradicciones y apariencia de conocimiento.

Parménides también afirmó que el no ser nunca es pensable El fijismo de Parménides se explico de esta manera: “El ser es entero, es decir no puede ser divisible, lo que excluye la multiplicidad. Para admitir la división del ser tendríamos que reconocer la existencia del vacío, es decir, del no ser, lo cual es imposible”.

La continuidad del ser se impone necesariamente, y con ello su unidad. Igualmente, ha de ser limitado, es decir, mantenerse dentro de unos límites que lo encierran por todos lados.

El ser es inmóvil, pues, de lo visto anteriormente queda claro que no puede llegar a ser, ni perecer, ni cambiar de lugar, para lo que sería necesario afirmar la existencia del no ser, del vacío, lo cual resulta contradictorio.

martes, 20 de marzo de 2012

Diálogos de Moises.

Capítulo 5

Alguien pregunta:   Sí el universo se originó con una gran explosión ¿Quién encendió la mecha?
Otro responde:       La chispa divina.

domingo, 18 de marzo de 2012

El Consumismo.


Por Jesus Moises Delcid.
Uno de los rasgos característicos de la sociedad actual es la cómoda  adquisición de bienes y servicios. A diferencia de épocas anteriores, hoy en día, tenemos diversidad y abundancia de productos que podemos  adquirir más por antojo y capricho que por necesidad. La palabra de “necesario” paso del aspecto de subsistencia hacia el de  ostentación y presunción. Es por ello que el ejercicio del consumo se convirtió en una emancipación de consumismo. Una especie de ideología que  funda un estilo de vida en acaparar objetos y bienes para construir una imagen de cómo queremos ser identificados socialmente.

Es como una forma de vida de querer obtener más de lo que se necesita. De construir una personalidad a base de lo que se puede tener de cualquier manera y a cualquier precio sin medir las consecuencias. Y  que estas cosas accesorias se toman como un artificio para cubrir nuestras imperfecciones personales.

El consumismo es el deseo desmedido de querer tenerlo todo. Es la exageración misma de nuestro capricho de codiciar lo ajeno y presumir lo propio.

Si bien es una cuestión inherente de la naturaleza humana el poder adquirir cosas y servicios como beneficio de  ingresos. También es importante el hecho de que nos debemos   manejar con prudencia al efectuar un consumo inteligente de lo que deseamos adquirir, y no desbordar nuestra pasión por poseer cosas innecesarias y que en poco mejoran nuestra situación de vida y nuestra personalidad. Cayendo en un desmedido consumo que obnubila nuestra armonía personal y además nos desgasta económicamente. Quizás en estos tiempos de crisis financiera, por el que pasamos, nos ayude a reflexionar antes de comprar y reparar en aquello que deseamos obtener realmente, y que redunde en nuestro beneficio y no nos lleve a consumirnos anímicamente por querer ostentar algo que supuestamente nos de una calidad superior como personas. Hay que darnos cuenta del efecto de utilidad de aquello que queremos adquirir. Y estar consientes de que el valor del artículo sea congruente con su calidad de manufactura. Es decir ejercitar un consumo inteligente. Y no ahogarnos en un mar de deudas por no poder controlar nuestro deseo exagerado de adquisición es decir: el consumismo.

Hay quienes religiosamente asistimos todos los fines de semana a los santuarios comerciales, los cuales nos prometen cosas que serán la solución y darán sentido a nuestras vidas. Evitando ir  mas allá de reparar nuestras faltas personales. Si bien la gran satisfacción que gozaremos en un principio se irá diluyendo al transcurrir de los días tras la supuesta necesidad de comprar otro accesorio que mejorará aun mas aquel viejo trasto que adquirimos días atrás. La compra desmedida nos lleva a una enajenación personal en fundar nuestra existencia en una imperiosa frase la cual reza: “compro luego existo”.
El consumismo es el signo representante de nuestra época por que la mayoría de las personas nos preocupamos exageradamente por obtener cosas que realmente no  son indispensables. Fundamos nuestra felicidad en la continua adquisición. Sin entender a ciencia cierta por que compramos o consumimos.

Desde la comida, la ropa, los servicios vip, joyas, accesorios electrónicos, los créditos fáciles…y demás artículos de lujo nos desquician la vida por su obtención. Y el consumismo funda el criterio social de nuestra calidad de vida y de persona. “Si no obtienes lo que tengo realmente no vales la pena como persona”. Y nos desvivimos por querer demostrar algo que no somos realmente por el vehemente deseo de ser aceptados.

El consumismo se puede explicar como: “esa obsesión compulsiva de querer obtener lo que no se necesita y que realmente poco beneficia”.



Es realmente importante el reflexionar antes de comprar y de comparar aquello que deseamos adquirir por su calidad y precio. Es decir ejercitar un consumo inteligente y por ende realmente beneficioso. Y tener en cuenta que “lo que compramos debe ser  un accesorio de nuestra persona y no que  nuestra persona sea un accesorio de lo que compramos”. Es decir ubicarnos personalmente antes de comprar.

Como “seres pensantes” somos responsables de nuestros actos y decisiones  y por ende  de lo que adquirimos. “No eres lo que consumes si no más bien primero eres y luego eres responsable de la calidad y forma de lo que consumes”. Lo cual debe redituar en el beneficio personal y en un verdadero enriquecimiento de una  honesta calidad de vida. No en una ciega tendencia de ambicionar lo ajeno o lo que no se tiene. La mayoría de las frustraciones personales surgen de la insatisfacción de controlar la constante necesidad o mejor dicho de la compulsión de querer obtener cosas.

Un rasgo importante que nos hace infelices es el de  fijarmos mas en lo que no tenemos que en valorar aquello que es nuestro. Deseamos lo ajeno, nos alteramos por poseer aquello que realmente no nos compete acrecentando la  ambición  de consumir y consumirnos constantemente. Siempre queremos más. Esa es la visión de consumismo.

El consumismo representa una ostentación irracional hacia el derroche de recursos.
Hay que tener en cuenta en hacer un consumo inteligente y no caer en un consumismo irreverente. El ejercicio de  la prudencia ante la adquisición.

El consumismo nos consume!!!

jueves, 15 de marzo de 2012

A don Miguel de Unamuno

Obra de Antonio Machado.




Este donquijotesco 
don Miguel de Unamuno, fuerte vasco, 
lleva el arnés grotesco 
y el irrisorio casco 
del buen manchego. Don Miguel camina, 
jinete de quimérica montura, 
metiendo espuela de oro a su locura, 
sin miedo de la lengua que malsina. 

A un pueblo de arrieros, 
lechuzos y tahúres y logreros 
dicta lecciones de Caballería. 
Y el alma desalmada de su raza, 
que bajo el golpe de su férrea maza 
aún durme, puede que despierte un día. 

Quiere enseñar el ceño de la duda, 
antes de que cabalgue, el caballero; 
cual nuevo Hamlet, a mirar desnuda 
cerca del corazón la hoja de acero. 

Tiene el aliento de una estirpe fuerte 
que soñó más allá de sus hogares, 
y que el oro buscó tras de los mares. 
Él señala la gloria tras la muerte. 
Quiere ser fundador, y dice: Creo; 
Dios y adelante el ánima española... 
Y es tan bueno y mejor que fue Loyola: 
sabe a Jesús y escupe al fariseo.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Diálogos de Moises

Capítulo 5

Se encontraban un par de adolescentes platicando y uno de ellos comentaba:

-Yo no sé ¿como hay personas que admiran tanto a algunos filósofos siendo tan feos y descuidados?

A lo que su compañero replicó:

-Es por que son atractivos por sus ideas no por su apariencia.

jueves, 1 de marzo de 2012

Vueltas de Tuerca.


Por Moises Delcid.

Es común que en nuestras amistades se nos solicite para platicar de ciertos problemas personales. Asuntos que  atañen a dudas y malestares de aquel que nos lo comenta.
Pero ¿Hasta que punto es necesario nuestra replica? Si tan solo es permanecer expectantes ante las divagaciones de nuestro interlocutor, quien se deshace en palabras poses y gesticulaciones, acerca de lo que le perturba en ese momento de su existencia.

Quizás muchos están tentados a comentar o dar la versión de su experiencia de vida respecto de las confesiones que realiza el doliente, pero comúnmente la mejor actitud es permanecer atentos y receptivos de lo que se nos dice. Un apoyo moral es que generalmente se busca en tales momentos de emotividad entre los amigos. Siempre los consejos están demás  cuando los sentimientos están a flor de piel. La razón no tiene entrada cuando la mente esta agobiada por el exceso de la pasión.

Así que ordinariamente  la charla se transforma en algo semejante a un monologo donde el oyente tan solo se  remite a afirmar lo que se escucha, y asentir cada confesión dolorosa de quien esta  desahogando. Unas  veces con una teatralidad  digna de la mas sublime opera escénica.

A esta divagación se tiene por seguro que no llegara a más de lo que se platica ya que las dudas no se quieren resolver, la plática redunda una y otra vez en el mismo punto por parte del afectado. Una y otra vez,  ya sea con diferentes palabras pero en esencia viene a ser lo mismo. En un efecto oscilatorio sobre el mismo tema, a este suceso se le llama “vueltas de tuerca”.

Esta charla insoluble viene más a refrendar lazos amistosos por el aspecto sentimental, lo cual es valido cuando existe gran afecto hacia nuestros amigos, eso si tratando de no caer en el exceso de solo hablar de dolencias existenciales y sentimentales. No yendo mas allá del único hecho de estar siempre dolido. Por que más que una sólida amistad esta se transmutara en un simple apoyo “moralino” convirtiendo al amigo escucha en un paño de lágrimas.

Las vueltas de tuerca son los giros que únicamente se dan entorno a la persona conflictiva pero que esta misma en nada desea resolver sus problemas. Por que al sentirse desvalida es como mantiene la atención hacia a su ser. Y que valora a un amigo como quien esta pendiente y disponible a su llamado de auxilio.

Es un viaje dialógico sin salir del mismo punto temático: el yo doliente, el yo sufrible. Tergiversando la frase cartesiana en “sufro luego existo”. Es ir a ningún sitio con el penar acuestas. Un círculo vicioso de quien es dependiente de atención y de quien es dependiente de querer ser solicitado, pero a la larga ninguna de los dos se desarrolla en dicha relación. Simplemente se transforma en un punto estancado en los diversos conflictos insolubles de un sujeto en crisis. Que es centro y causa de dicha relación.


Giros y giros sin llegar afirmar nada, ni atar, ni sujetar aquello que concrete cada una de las penas o dudas  para desarrollarse personal  e intelectualmente sino tan solo permanecer cómodamente en el mismo sitio, con las mismas dudas y con la misma frustración. Hay quienes confunden la felicidad con la comodidad de estar sufriendo las mismas penas por no querer comprometerse a crecer, ni madurar como personas.

Diálogos de Moises

Capítulo 4

Necio: ¡Oye filósofo! si tú sigues pensando terminarás quedándote solo.

Filósofo: ¡Amigo! sí tú no piensas terminarás quedándote Bruto.