Pan amaba a Eco, su vecina; Eco ardía por un sátiro saltarín, y el sátiro se perecía por Lida.
Tanto como Eco amaba al sátiro, el sátiro amaba a Lida, y Lida amaba a Pan.
Así los inflamaba Eros.
Tanto como cada uno de ellos amaba a quien lo odiaba, cada uno de ellos odiaba a quien le amaba.
Y ensenaré esto a los que son extraños a Eros: "Amad a quienes aman, con el fin de ser amados por ellos."
Fragmento del libro La Teogonía .